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Selección del Café: Comienza eligiendo un café de calidad. Para la moka, se recomienda un café molido de granos de tamaño medio a fino. Recuerda que la calidad del café es clave para el resultado final.
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Llenado del Depósito de Agua: Abre la cafetera y llena el depósito inferior con agua hasta justo por debajo de la válvula de seguridad. Es importante no exceder este nivel para asegurar un funcionamiento adecuado.
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Colocación del Café: Inserta el embudo y llénalo con café molido. Distribuye uniformemente sin presionar demasiado. Un buen truco es dejar una superficie ligeramente irregular para permitir el paso uniforme del agua.
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Ensamblaje de la Cafetera: Asegúrate de que todas las partes estén limpias y secas. Rosca la parte superior de la moka a la base, asegurándote de que esté bien cerrada para evitar fugas de vapor.
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Calentamiento: Coloca la cafetera en la estufa a fuego medio-bajo. El proceso lento garantiza una extracción completa y evita quemar el café.
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Observación del Proceso: Escucharás un sonido burbujeante a medida que el café empieza a subir. En este punto, es crucial estar atento.
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El Momento Perfecto para Retirar del Fuego: Cuando el café haya llenado aproximadamente la mitad del compartimento superior, reduce el fuego al mínimo. El proceso estará completo cuando el sonido se detenga y el compartimento superior esté lleno. En este punto, retira la cafetera del fuego.
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Servir y Disfrutar: Espera unos segundos para que el café se asiente y luego sírvelo. Disfruta de un café rico y aromático preparado en tu cafetera italiana.
Consejos Adicionales:
- Mantén tu cafetera limpia y seca después de cada uso.
- Experimenta con diferentes tipos de café para encontrar tu preferido.
- Si prefieres un café más suave, retira la moka del fuego justo cuando comienza a salir el café.
Sigue estos pasos y transforma tu rutina matutina con el encanto y la calidad de un café preparado en tu moka.